Trasfondo
Por Julio Zenón Flores Salgado
El gobernador Rogelio Ortega Martínez se encuentra en el
centro del ojo de huracán, debido a que el 26 de abril, es decir, dentro de
nueve días, se cumplen seis meses de su designación por el congreso local, como
mandatario interino de Guerrero, en sustitución del gobernador constitucional Ángel
Aguirre Rivero, fecha en que concluye de manera irrevocable e inaplazable la
licencia de éste último y por lo cual el poder legislativo de la entidad tendrá
que tomar decisiones.
El tema tendrá que ser analizado por los legisladores desde
el 24 de este mes, es decir, dentro de una semana, por ser la fecha en que
Aguirre Rivero solicitó la licencia dejando como encargado de despacho al
entonces secretario de gobierno, Jesús Martínez Garnelo.
En esta fecha, el 24 de abril, al terminar la licencia del
de Ometepec, él está en la libertad de regresar a ocupar el palacio de gobierno
(aunque ya no Casa Guerrero, porque la señora esposa del actual gobernador
interino la ha convertido en una especie de museo o recinto cultural), con
tanto solo enviar un oficio a la oficialía de partes del palacio legislativo,
que su licencia venció y por lo tanto se reincorpora a sus funciones normales.
De ser así, el congreso local se dará por enterado y le dará
las gracias al gobernador interino Rogelio Ortega Martínez, quien ha declarado
abiertamente que él está con las maletas listas para dejar el palacio de
gobierno, ya que ni siquiera pidió el cargo, sino que a él lo buscaron los
dirigentes nacionales de los partidos políticos, es decir los jefes reales de
los diputados locales, y que incluso lo despertaron por la madrugada del
miércoles 25 de septiembre, para decirle que debía preparar su discurso porque
al día siguiente rendiría protesta como mandatario, por lo cual, sabe que venía
por un breve lapso a esa posición, a hacer lo que tenía que hacer para
recuperar la gobernabilidad y detener la vorágine de violencia que se estaba
cerniendo sobre la entidad.
En el caso, contrario, es decir, si Aguirre Rivero no envía
ningún oficio donde informe que regresa a sus labores, o solicita una nueva
licencia, en ese caso, como ésta ya no es viable, se tendrá que declarar la
ausencia definitiva del gobernador constitucional y por lo tanto el congreso
local se erigirá en colegio electivo para determinar quién será el gobernador a
partir del día siguiente que el congreso lo decida, y asuma como gobernador
sustituto. Mientras tanto, o sea a partir de las 12 de la noche del 24 de
abril, el secretario de gobierno, David Cienfuegos Salgado, asumirá como
encargado de despacho del gobierno estatal, durante el tiempo que dure el
debate, si lo hubiera, en torno a la figura del sustituto. Legalmente puede ser
el mismo Ortega o cualquier otro ciudadano que reúna los requisitos plasmados
en la Constitución de Guerrero.
El tema ha dado lugar a la especulación. Uno puede analizar
las cosas con lógica, pero a veces la lógica no funciona cuando se trata de
cuestiones de poder. La lógica indica que Aguirre Rivero no tendría la
intención de regresar al poder, acorralado como está, por el gobierno federal,
con varios de sus familiares presos en un penal federal, acompañados de media
docena de sus más cercanos amigos familiares. Y no solo porque está acorralado,
sino además porque no se ha resuelto el caso que provocó su dimisión, el
asesinato de media docena de personas en Iguala y la desaparición de los 43
jóvenes estudiantes de Ayotzinapa y la lucha por la justicia en el caso está
más viva que nunca, con una caravana recorriendo Europa, arropando a los
familiares de las víctimas.
Sin embargo, un hombre acorralado es capaz de hacer las
cosas más ilógicas de la política y debe reconocerse que Ángel Aguirre
ciudadano no es lo mismo que Ángel Aguirre gobernador. Todos sabemos que un
gobernador tiene tal poder que puede incluso desafiar a la federación.
Ha habido ejemplos, como el de Chiapas y Nuevo León que
hasta han amenazado con separarse del pacto federal. Y en esta coyuntura,
Aguirre Rivero tendría más posibilidades de una defensa propia y de sus
familiares siendo gobernador que desde fuera del poder y para ello es innegable
que cuenta con la ingenuidad o poca experiencia política del gobernador interino,
quien no supo o no tuvo el interés de consensuar con los poderes de Guerrero,
el Legislativo y el Judicial, ni con los partidos locales, ni con las demás
fuerzas del poder regional, lo que le da al gobernador constitucional, una
oportunidad de regreso sin mayor problema.
Las fuerzas políticas locales, acostumbradas al apapacho, al
cañoneo financiero, al cochupo, a recibir todo tipo de dádivas que este
gobierno no les ha dado, desde las primeras semanas clamó el regreso de Aguirre
Rivero, aduciendo una supuesta ignorancia política, en el politólogo Rogelio
Ortega, cuando en realidad es un estilo distinto al que están acostumbrados.
El hecho incontrovertible hoy es que Rogelio Ortega no es
bien visto por las fuerzas políticas porque no fue absorbido por ellas y le
están mostrando los dientes, amenazando con no ratificarlo y dar entrada ya sea
al regreso del gobernador constitucional o simplemente nombrar a otro, para lo
cual ya se ha anotado el senador Sofío Ramírez Hernández, de la misma horma de
Aguirre.
www.facebook.com/juliozflores
xxxxx
El autor de LA CHICA RALEIGH, leerá un fragmento de su obra en IGUALA este lunes 20 de abril entre 10 y 11 AM en el Museo de la Bandera, en la FERIA DEL LIBRO GUERRERENSE. Entrada libre.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?